“It’s been wonderful”, “I love this game”, “I’m so totally into this, it’s so fucking amazing, this is all I ever wanted, God!”. Si Argentina Independent hubiese vuelto a cubrir el Segundo Abierto de Ping Pong con Obstáculos seguramente habría tenido que poner subtítulos como esos cuando los participantes diesen su testimonio en español. A pesar de la torridísima noche el ping pong con obstáculos volvió a demostrar que está aquí para quedarse, y para luego irse, y después volver, y así. Repasemos cómo fue esta nueva noche mágica para el ping pongo y sus amigos.
8PM
El evento comenzó con el papelerío oficial por el cual la AAPPO ya es famosa, más algunas palabras del presidente Juan Martín Gutiérrez, y la emocionante entonación del Himno del Ping Pong con Obstáculos. El grito sincero pero algo desconcertante de “¡Es todo lo que no es ping pong!” con el que se cierra el himno, emocionó a todos, incluso a los que no se emocionaron. Dicho y hecho, la Comisión Directiva de la AAPPO esperó que el presidente entrara en trance psicotrópico para así poder desperdigar el arroz oficial y dar rienda suelta a una ceremonia mágica y siniestra, con la cual las mesas quedaron inauguradas. Estaban los cubos mágicos, estaban los juguetes de la hija de El Presidente, estaban las viboritas de goma y estaba el arroz. Era el tiempo de jugar. Repasemos qué pasó con cada cosa y por qué.
El evento comenzó con el papelerío oficial por el cual la AAPPO ya es famosa, más algunas palabras del presidente Juan Martín Gutiérrez, y la emocionante entonación del Himno del Ping Pong con Obstáculos. El grito sincero pero algo desconcertante de “¡Es todo lo que no es ping pong!” con el que se cierra el himno, emocionó a todos, incluso a los que no se emocionaron. Dicho y hecho, la Comisión Directiva de la AAPPO esperó que el presidente entrara en trance psicotrópico para así poder desperdigar el arroz oficial y dar rienda suelta a una ceremonia mágica y siniestra, con la cual las mesas quedaron inauguradas. Estaban los cubos mágicos, estaban los juguetes de la hija de El Presidente, estaban las viboritas de goma y estaba el arroz. Era el tiempo de jugar. Repasemos qué pasó con cada cosa y por qué.
Primera Ronda. (Análisis exhaustivo e innecesario grupo por grupo)
En el grupo A, el debutante Álvarez derrotaba a un Álvarez Montero siempre penoso y lo dejaba afuera del torneo, rectificando el desajuste cósmico que había depositado al pseudoboliviano en octavos de final en el pingpongo I. Edelstein por su parte se retiraba para decepción de la teleplatea masculofemenina.
Buchanan le dio pelea a Krikorian y a Igarzabal, dos de los más importantes representantes del pingpongo étnico, en el grupo B, pero se quedó afuera por una polémica que ya analizaremos.
En el C, López Winne se despidió temprana e inesperadamente. Perdió a manos del López No-Winne y de un Leandro Shokida que finalmente empezaba a mostrar sus credenciales (aunque no entendimos qué decían).
Gran sorpresa se vivió en el grupo D. En un duelo patricida e isnermahutiano Zurita venció 16 a 14 a su similar de Patricio Gronda. Mientras, Nemirovsky atraía las miradas del público masculino con su pingpongo efectivo y se daba el lujo de poner suplentes en el último partido, perdido contra el ex Tiempo de Siembra y numerólogo Maxi Simoncelli.
Gutierrez, como buen inspector ferroviario, resolvió los trámites expeditivamente y se llevó el grupo E. Morini no pudo repetir octavos por la aparición del tribunero (de Fm La Tribu) Ale Barrios, y Montanari siguió recolectando puntos por participar, amém de mostrar una mejoría.
En el grupo F, Moreno Frers aprovechó no tener un grupo competitivo. Dio cuenta sin problemas de los históricos Godinez y Mills, y de Nicolás Berger, quien logró pasar a segunda ronda a pesar de ser el primer abierto de pingpongo de TODA SU VIDA.
El G mostró como gran revelación a Bruno Ciocca, de floja performance en el PPO I, y como nueva frustración a Altman, promesa que se queda siempre en promesa. Guerrero, cabeza de serie, no mostró su mejor nivel pero le alcanzó para superar a Altman y al debutante Allekote para pasar a octavos.
Arias, por su parte, destrozó a sus rivales en el grupo H (sacando siempre diferencia de 6 o más). En los duelos por la segunda colocación, Desiderato demostró que no sólo estaba en el torneo para arbitrar sino para competir, y dejó afuera a Korol y al otro Krikorian, el Krikorian fuera del escenario.
Después
Los octavos mostraron a los grandes candidatos ganando sin despeinarse (sobre todo Gutiérrez), pero también a algunas de las figuras favoritas del público despedirse sorpresivamente, como por ejemplo Moreno Frers (según algun integrante de la AAPPO "la Scarlett Johanson del Ping Pongo") quien cayó dramáticamente 11 a 9 contra Ale Barrios. En cuartos, los favoritos siguieron apabullando. Ya estábamos en semis, y, con ellos, los 4 esperados: Completa, Arias, Gutiérrez y Nemirovsky.
Semifinales
Gutiérrez - Arias: Ya es un verdadero clásico. Esta vez el presidente de la AAPPO le hizo más fuerza al torpedo de Tres Arroyos, pero no le alcanzó. El cotejo tuvo su punto de mayor ebullición cuando “Jumagu” salvó un punto imposible, arrojándose sobre el suelo y resucitando la pelota para elevarla hacia el campo de Arias en una ascensión triunfal y mística. A partir de allí el partido se jugó con un ambientazo, pero Arias haría valer su experiencia para llevarse finalmente el partido por 11 a 9.
Completa - Nemirovsky: Para Completa no hay amistosos, especialmente cuando no son amistosos. Pero si hasta entonces había jugado a media o un cuarto de máquina, regulando su cuerpo y su mente, contra el duro ucraniano puso toda la carne en el asador. Ganó 11 a 4 y la gente volvía a preguntarse al respecto “¿Qué onda?”.
Completa - Nemirovsky: Para Completa no hay amistosos, especialmente cuando no son amistosos. Pero si hasta entonces había jugado a media o un cuarto de máquina, regulando su cuerpo y su mente, contra el duro ucraniano puso toda la carne en el asador. Ganó 11 a 4 y la gente volvía a preguntarse al respecto “¿Qué onda?”.
FINAL
A veces la vida te da sorpresas, pero en general no, en general siempre pasa más o menos lo mismo durante mucho tiempo hasta que te morís. Tampoco hubo sorpresas cuando se anunciaron los finalistas del Pingpongo II. Por segundo torneo consecutivo ellos eran Completa y Arias. Arias y Completa. Complas y Arieta. Aripletas y Complarias. Dos viejos conocidos se encontraban nuevamente ante el patchwork de mesas del microestadio de Fm La Tribu para revanchear la final de agosto. Durante la primera ronda le pregunté a Completa quién le parecía que podía disputarle el título, considerando que Souza, “el dragón”, se había bajado del certamen. No me acuerdo qué me dijo, pero en un momento hablamos de Arias, quien justo estaba ahí al lado, a 20 centímetros, y no nos habíamos dado cuenta. Más allá de esta alocada anécdota, el partido fue otra cosa. Lo primero que me sale decir es trepidante, y lo segundo también, porque me quedé pensando en la primera palabra. Como dije antes (o sea, hace una línea) el partido fue trepidante. Los dos salieron a hacer estallar los arroces por los aires, a derribar obstáculos, a sacudir la mesa y violar sin clemencia la paleta del adversario. Se vivieron momentos de tensión y adrenalina de la reconcha de su madre, sobre todo en los rallies largos, en los que los contendientes no se guardaban nada salvo sus partes pudendas, como indica el reglamento de la AAPPO. Palazos y más palazos. La gente, en los costaditos ardía en aplausos y Desiderato marcaba el ritmo con su arbitraje lunatiesco, siempre en favor del espectáculo y en contra de las corporaciones. Pero en ese duelo salvaje, de cuerpos sudados y prolíficos en todo tipo de secreciones, Completa prevaleció y se llevó un triunfo en dos sets. Arias, con hidalguía, aceptó su derrota sin recurrir a la violencia, y el Federer de Maschwitz recogió la merecida copa con su habitual corrección, con la cual eludió incluso las picarescas preguntas del siempre pintoresco Montanari. Risas y aplausos.
Luego sí, llegaría lo mejor. La gente se desconcentraba y la AAPPO volvía las mesas a su lugar y desenchufaba las compus. Es verdad, eso no fue lo mejor. Pero había que hacerlo.
Epílogo: Lo mejor y lo peor.
Revelaciónes:Zurita: Pensar que en agosto perdió 11 a 0 con Wainberg, en un partido que hoy todavía se pasa en las escuelas para mostrar cómo no se juega al pingpongo pero sobre todo para burlarse de Zurita. El pseudocordobés nunca se amilanó. Cicatrizó sus heridas con una preciosa canción llamada “perdí 11 a 0 en el ping pong con obstáculos” (esto es cierto) y estuvo meditando dos meses en un templo por ahí, en China ponele, y volvió con todo. Recuperó una forma que nunca tuvo, ganó dos partidos en primera ronda y se ganó el derecho de perder fácil en octavos. Un ejemplo para todos, salvo para los que les va mejor.
Buchanan. Nadie creía en ella y así les fue: Tuvieron que decir “uh” al ver su gran desempeño. Tras una histórica victoria frente a Igarzábal se quedó afuera con un polémico sorteo.
Ciocca: Venía de un mal pingpongo I, y cuando Altman le preguntó a este cronista si era un rival de temer, este le dijo que no. Ciocca ganó sus tres partidos y cayó ajustadamente ante Desi. Ahora mira la parte de arriba, aunque medio de lejos, y tiene que hacerse visera con las manos.
R. Álvarez y Ale Barrios: Vinieron de la qualy, y ante un mundo que ya no escuchaba ellos demostraron que tenían algo para decir. Llegaron a cuartos.
Decepción: López Winne. Era cinco del mundo. Hoy es diez. ¿Qué le pasó? ¿Lo afectó el calor? ¿Le tocó un grupo muy difícil? Posiblemente sí a las tres preguntas.
El gesto: Romina Wainberg. Llegó en un estadio anatómico evolutivo inferior al de una renga, y aún así , a pesar de soportar el dolor físico de sus pies y el anímico por no poder jugar, arbitró varios partidos y en ningún momento escupió a nadie (aunque algún miembro de la AAPPO Board cuestionó su anti-contabilización de puntos)
El relator: Fue muy bueno lo del autor del himno del pingpongo, Jorge Montanari, relatando la final y semifinal. Si bien por momentos se excedía, relatando los puntos mientras se jugaban, cuando se contuvo brindó espectáculo y ayudó a todos a entender más, mejor y más grande este deporte.
La vestimenta: Dos para resaltar: 1) La vincha de Shokida ayudó a crear una atmósfera épico ochentosa para la velada. 2) La camiseta de exactas de Completa era toda una declaración de principios que parecía decir “Vengo de exactas y tengo esta remera de exactas”.
El árbitro: Desiderato. como siempre, el Lunati del pingpongo. Administra con la palabra, no con el palo y la zanahoria, sabe manejar grupos (hizo un curso) y es inflexible a la hora de determinar cosas de las que no está realmente seguro. Un as del referato.
El partido: El mejor partido fue la final, pero antes hubo partidos inolvidables como la semis entre Arias y Jumagu, Zurita 16 - Gronda 14 o Buchanan 11 - Igarzabal 9.
La ternura: Varios fueron los niños que se acercaron a la fuerza al campo de deportes de Fm La Tribu para disfrutar del ping pong con obstáculos. Con sus ocurrencias, sus llantos y su meterse peligrosamente en medio de los peloteos, le dieron el toque tierno que necesita toda contienda mortal. Como no podía ser de otra manera la niña más destacada fue Juli, la hija del Presidente, quien entregó a los finalistas medallas artesanales, con cero por ciento de grasas trans y confeccionadas por ella misma.
La mancha: La AAPPO vivió su momento más difícil de toda su existencia, cuando en el grupo B quedó un triple empate entre Krikorian, Igarzábal y Buchanan. Si bien el presidente y el hasta entonces no todavía Secretario General Alvarez Montero, habían decidido el día anterior en una reunión off shore que en caso de triple empate se definía por goal havelange, la presión del público (los inadaptados de siempre) generó que el “presi” revea la decisión y la salomonee con un sorteo que determinaba si iba a haber sorteo o desempate a 5 puntos. El sorteo sorteó otro sorteo, y el segundo sorteo dio por ganador a Igarzabal, que a fin de cuentas era el que realmente debía pasar (El azar es sabio).
Pero más allá de esto, nos quedó claro la importancia de un AAPPO fuerte, que se resista a lo que pide el público y que ejecute autoritaria y caprichosamente sin escuchar a nadie. Ojalá haya sido la primera y última de estas polémicas que pusieron en riesgo la institucionalidad de este noble deporte.
Pero más allá de esto, nos quedó claro la importancia de un AAPPO fuerte, que se resista a lo que pide el público y que ejecute autoritaria y caprichosamente sin escuchar a nadie. Ojalá haya sido la primera y última de estas polémicas que pusieron en riesgo la institucionalidad de este noble deporte.
La Duda: El arroz... ¿sirve? Para muchos, entre los que me incluyo, es tocuén, una versión desmejorada e insatisfactoria de la sal gruesa (que no se usó para no mojar excesivamente las mesas). Según Zurita es un obstáculo pecho frío, Godinez dijo que era una mentira o una mierda. Otros, como el presidente, se manifestaron a favor, y reivindicaron la importancia del arroz en las civilizaciones modernas. El próximo concilio de la AAPPO Board seguramente acordará un cánon sobre este tema.